Las moscas del vinagre son bastante peleonas en la naturaleza. Los machos se enzarzan en una dura lucha para expulsar a otros de algunas viviendas preciadas, como una pieza de fruta. Sin embargo, cuando se crían en el laboratorio estos insectos se vuelven mucho más pacíficos. Hace unos años Herman A. Dierick y Ralph J. Greenspan, biólogos del Instituto de Neurociencias de San Diego (EE UU), consiguieron invertir este proceso y recuperar la “agresividad natural” de las moscas. El resultado puede verse en este vídeo, cuya protagonista defiende fieramente una taza llena de comida. Gracias a este experimento, Dierick y Greenspan pudieron estudiar los circuitos neuronales que se ponían en funcionamiento cuando los animales se comportaban de forma agresiva. Su trabajo se publicó en la revista Nature Genetics.
EDUBLOG DE CIENCIAS (BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA-FÍSICA Y QUÍMICA) De la ESO destinado a los alumn@s, madres y padres del Colegio LICENCIADOS REUNIDOS
miércoles, 14 de noviembre de 2012
¡LUCHA LIBRE ENTRE MOSCAS! GRACIAS MIGUEL PÉREZ 1ºB
GRACIAS MIGUEL PÉREZ POR MANDARME ESTE ARTÍCULO DEL MUY INTERANTE
Las moscas del vinagre son bastante peleonas en la naturaleza. Los machos se enzarzan en una dura lucha para expulsar a otros de algunas viviendas preciadas, como una pieza de fruta. Sin embargo, cuando se crían en el laboratorio estos insectos se vuelven mucho más pacíficos. Hace unos años Herman A. Dierick y Ralph J. Greenspan, biólogos del Instituto de Neurociencias de San Diego (EE UU), consiguieron invertir este proceso y recuperar la “agresividad natural” de las moscas. El resultado puede verse en este vídeo, cuya protagonista defiende fieramente una taza llena de comida. Gracias a este experimento, Dierick y Greenspan pudieron estudiar los circuitos neuronales que se ponían en funcionamiento cuando los animales se comportaban de forma agresiva. Su trabajo se publicó en la revista Nature Genetics.
Las moscas del vinagre son bastante peleonas en la naturaleza. Los machos se enzarzan en una dura lucha para expulsar a otros de algunas viviendas preciadas, como una pieza de fruta. Sin embargo, cuando se crían en el laboratorio estos insectos se vuelven mucho más pacíficos. Hace unos años Herman A. Dierick y Ralph J. Greenspan, biólogos del Instituto de Neurociencias de San Diego (EE UU), consiguieron invertir este proceso y recuperar la “agresividad natural” de las moscas. El resultado puede verse en este vídeo, cuya protagonista defiende fieramente una taza llena de comida. Gracias a este experimento, Dierick y Greenspan pudieron estudiar los circuitos neuronales que se ponían en funcionamiento cuando los animales se comportaban de forma agresiva. Su trabajo se publicó en la revista Nature Genetics.
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